Mis primeras experiencias



¡Hola de nuevo, zapatitos!

    Hace tiempo que no escribo nada en el blog, he estado ocupada (y bastante cansada) adaptándome a mi nueva situación.

Os pongo un poco al día:

    He comenzado un nuevo proyecto profesional, actualmente soy profesora PT (pedagogía terapéutica), donde por un lado hago terapia con mis pequeños y, por otro, me encargo de un aula de estudio centrada sobre todo en aquellos que tienen necesidades educativas especiales y/o necesitan más ayuda que otros (trastornos del lenguaje, del aprendizaje, TDAH, etc.).


    Ha sido un gran reto afrontar algo tan grande de pronto, así que he estado algo "desaparecida" mientras me organizaba.

    Nunca pensé que que me pasaría el día escuchando "profe, profe", la idea de ser una maestra frente a tanto diablillo me aterraba. Pero ahora que lo vivo, es de las mejores cosas que he sentido nunca. Ver cómo acuden a ti para que les ayudes y cómo al trabajar con ellos van entendiendo las cosas, haciéndolas bien... no os puedo describir como me sentí cuando una alumna empezó a hacer bien las multiplicaciones, toda sonriente, ¡con lo agobiada que venía!


    Me gustó tanto esta sensación, que quise que también la probaran ellos, así que experimenté en mi aula dejando que aquellos que sabían ciertos contenidos, se lo explicaran a los que no. El resultado ha sido increíble, en todos los aspectos, ya que no sólo mejora la autoestima del que explica (les da un subidón) sino que también mejora la relación entre los compañeros (e incluso diría que se toman más en serio eso de atender). 

    No me quiero alargar mucho, así que resumiendo os puedo decir que ser educador es un trabajo muy duro pero muy gratificante. Cada día es una aventura, no sabes lo que vas a encontrarte y hay que improvisar constantemente. No hay manual de "hacer esto así", lo cual hace que no caigas en rutina (eso siempre es bueno). 


    Personalmente, me gustaría comentar que me parece muy importante implicarse con los alumnos, siempre intento estar al día de sus vidas y circunstancias, tener un buen ambiente en clase y que me vean no solo como una profesora sino como una amiga. Creo que es vital que un educador piense en sus alumnos como sus propios hijos, ya que es así como vas a sacar lo mejor de ti mismo para dárselo a ellos.

    Para mí, la siguiente frase es una filosofía a la hora de ser una educadora. Siempre que estoy con mis chicos tengo esto en mente ya que es una de las cosas que me empujó a estudiar pedagogía:


Os dejo reflexionando.

¡Hasta otra, zapatitos!

Comentarios

Entradas populares